jueves, 3 de enero de 2008

¿A quién favorece el canon digital?

Ya llegó el 2008 y con él el discutidísimo canon digital. Desde ya todos pagaremos un plus en aquellos productos originales susceptibles de ser copiados (por eso de proteger la propiedad intelectual, dicen). Pero no solo los CD y DVD vírgenes, sino que las tarjetas de memoria, reproductores MP3 e incluso teléfonos móviles capaces de reproducir música, estarán sujetos también al pago del canon.
Y es que la situación es más absurda de lo que en un principio pudo parecer que sería porque la realidad actual es que, efectivamente, nos cobran de antemano una "multa" (por si acaso nos da por copiar originales) cada vez que adquirimos un artículo de estas características. Pero lo cierto es que, a su vez, se ha puesto de moda últimamente incorporar un sistema anticopia en dichos artículos. De modo que sí, pagamos el plus, pero no podremos copiar los productos porque están protegidos.
¿Cuál es el sentido entonces del criticado canon? ¿Realmente busca compensar al autor por los posibles plagios? ¿No será una manera más (igual de descarada que muchas anteriores) de encarecer productos porque sí?
Diferentes
asociaciones de consumidores se han puesto ya en marcha para que se revisen estas tarifas fijas propuestas por el Gobierno y se retiren del mercado los productos con anticopia.

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